Título: The artist.
Productor: Thomas Langmann.
Director: Michel Hazanavicius.
Guionista: Michel Hazanavicius.
Compañía productora: Barton Films.
Año de producción: 2011.
Intérpretes: Jean Dujardin (George Valentin), John Goodman (Al Zimmer), James Cromwell (Clifton), Ed Lauter (El mayorfomo), Penelope Ann Miller (Doris), Missi Pyle (Constance), Berénice Bejo (Peppy Miller).
George Valentin, la estrella más famosa del cine mudo, se encuentra en la mejor etapa de su vida cuando sin dar tiempo para reaccionar, se da a conocer el más reciente invento llamado sonido, que permitirá realizar "talkie movies" invención que The artist rechaza al momento sin darle mayor importancia. Sin embargo, su decadencia marca el ascenso de la nueva sensación llamada Peppy Miller, quien en sus propias palabras se abre paso a lo nuevo, dejando atrás lo viejo.
La llegada del cine sonoro fue sin duda, una tragedia para muchos de los realizadores de ese tiempo, como sucedió con Buster Keaton y Charles Chaplin, el primero se alejo, mientras que el segundo se adaptó aunque no del todo. El sonido visto como una amenaza, siendo muestra de ello el inicio de la película, en el que aún siendo torturado el protagonista, se niega a hablar y escapa.
Un homenaje al cine mudo, al cine que se mostraba con el cuerpo, el rostro, las expresiones, una imagen que era apoyada por el texto que solo servía para confirmar nuestras sospechas sobre lo que pensaban los personajes, donde cabía la expresión: "Una mirada dice más que mil palabras".
Esta película es una muestra de que la creatividad combinada con una idea sencilla, idea bien ejecutada, sigue estando por encima de un nombre famoso, o de una producción con un alto presupuesto. Podemos compararla con Hugo; aunque en ambas son las imágenes las que predominan, están tratadas de diferente manera. En una resalta lo que está, en la otra lo que no está.
Aunque desafortunadamente lo que fué no será, la visión optimista del director que se muestra al final de la película, es inesperada y satisfactoria, sin resultar inverosímil.
A final de cuentas el c ine resulta ser una expresión visual en movimiento que para The artist, solía ser más compleja sin sonido, ya que debía entenderse sin palabras, mientras que para otros, la palabra es generadora de sensaciones más profundas que la imagen misma, pero que en resumen tanto imagen como palabra, expresadas en cualquiera de sus múltiples formas, se conjuntan dando como resultado una imagen compleja y a la vez evocadora.
Elba G. Pataki